El primer proyecto del arquitecto finlandés Alvar Aalto (1898-1976) conocido fuera de Finlandia corresponde al edificio destinado al periódico “Turun Sanomat”, con sede en la histórica ciudad de Turku. Aunque el inmueble actual está bastante modificado debido a la reconstrucción que siguió a la II Guerra Mundial, después de que resultara muy dañado por los bombardeos de la aviación soviética, se incluye en el listado de las obras destacadas de la primera etapa del genial maestro contemporáneo.

A finales de 1927, el propietario del citado periódico, Arvo Kitonen , encargó al joven Aalto, que entonces no había cumplido 30 años, un nuevo edificio para su sede, situado en un solar en el centro de la ciudad de Turku (Kaupiaskkatu, 5), cerca del mercado central, llamado a generar una imagen de liderazgo del principal medio de comunicación de la antigua capital del país y un reflejo de la importancia del periodismo en la sociedad moderna finlandesa.

En enero de 1928 comenzó su trabajo en el que definió los cinco puntos definidos por Le Corbusier como identidad de la nueva arquitectura: la retícula de pilotis, la planta libre, la cubierta aterrazada, la composición libre de fachada y las ventanas corridas. Su idea innovadora plantea mostrar las primeras páginas del periódico en formato gigante, reflejadas en la ventana de la fachada mediante la colocación de un proyector en un poste de la acera.

En julio de 1929 Alvar Aalto presentó el resultado de su trabajo en el que domina el hormigón armado y consiste en un cuerpo en forma de C de tres plantas, con la sala de rotativa, redacción, composición, laboratorio fotográfico y tiendas hacia el exterior en la planta baja, almacén en el sótano y despachos y apartamentos en las plantas superiores.

Los elementos compositivos que identifican la personalidad del edificio conforman la fachada principal, en la que destaca un gran hueco acristalado a doble altura y una entrada que actúa como contrapunto vertical a la dominante horizontal de la fachada. La configuración de los escaparates de las tiendas y el retranqueo de la última planta aportan una nota destacada en una fachada en la que domina el aspecto plano.

De alguna manera se aprecia la influencia del constructivismo ruso en la sala de rotativa y el almacén de bobinas de papel, como se pone de manifiesto en la torre cilíndrica que domina el interior de este espacio diáfano y la idea de proyectar la primera plana del periódico en el interior del hueco acristalado. El edificio tiene su importancia pues se aprecian algunos signos relevantes del lenguaje aaltiano, que caracterizarán a su obra a partir de entonces, caso del incipiente “organicismo” que revelan los pilares que sustentan la sala de rotativa y el almacén de bobinas de papel, los lucernarios circulares que la iluminan y la escalinata principal que asciende entre dos paredes de hormigón revestidas de estuco pulido.

Alvar Aalto, en arquitecturaviva.com

Fleig, Karl. Alvar Aalto. Obras y proyectos. Ed. Gustavo Gili, Barcelona

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