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La prueba de gases trae de cabeza a la mayoría de propietarios que desconocen que un simple aditivo de bajo coste es suficiente para cumplir con la ITV

Cada año millones de propietarios se enfrentan a la famosa Inspección Técnica de Vehículos, más conocida como ITV. Un procedimiento obligatorio por ley en el que un centro autorizado comprueba que un vehículo a motor cumple con los parámetros necesarios para circular con seguridad. La ausencia de ITV en regla puede acarrear problemas administrativos aunque el vehículo no se encuentre en movimiento e incluso puede ocasionarnos un susto con nuestra compañía de seguros.

Durante la inspección se comprueban los puntos críticos de cada vehículo. La mayoría de ellos, son fácilmente comprobables también por el usuario, como el alumbrado del vehículo, incluyendo luz de marcha atrás e intermitentes, correcto funcionamiento de cinturones, puertas y ventanillas, correcto estado de los neumáticos, limpiaparabrisas…

Otros puntos son algo más complicados para un porcentaje de los propietarios, pues no todos son capaces de detectar el desgaste de los frenos, el correcto equilibrado de los mismos o tal y como se comprueba recientemente, el sistema ABS. También es fácil que se escapen pequeñas fugas que el operario de la ITV sí puede ver cuando mira los bajos del vehículo desde el foso.

Pero por encima de todo, hay una prueba que acostumbra a ser una verdadera incógnita hasta que en la ITV enchufan la máquina: la prueba de emisiones o humos. Resulta prácticamente imposible saber de antemano si los parámetros que va a arrojar nuestro vehículo van a ser aceptables o no, ya que esta prueba puede quedar muy distorsionada según el tipo de motor así como la conducción que se suele aplicar, velocidades a las que se rueda, exceso de kilómetros en ciudad…

Afortunadamente, un simple aditivo de muy bajo coste nos puede ahorrar tener que repetir una ITV. Su uso es muy sencillo, pues basta con añadirlo al depósito de combustible. Posteriormente se recomienda quemar parte de ese combustible realizando kilómetros para que dé tiempo a que el aditivo actúe y pueda limpiar todas las impurezas que dan problemas en la prueba de gases. Su alta puntuación con el altísimo número de valoraciones es buena señal del grado de satisfacción de sus compradores.

Si además eres propietario de un vehículo diésel moderno o de menos de 10 años, probablemente seas consciente de los problemas que puede dar el famoso filtro de partículas. Para este problema en concreto también existe un producto dedicado que evitará que los testigos de alerta del filtro estén continuamente iluminados.

¿Eres propietario de un vehículo a gasolina? Aunque es cierto que son los motores diésel los que más sufren con los gases, los motores gasolina no están exentos de estos problemas, por lo que también existe un aditivo especialmente diseñado para este tipo de vehículos y que nos ayudará en el objetivo de pasar la ITV de forma favorable.